El Método IKIGAI, el efecto Shinkansen

Qué es el método IKIGAI

¿Qué es el efecto Shinkansen? 

Para ello vamos aprender de la cultura Japonesa, entendiendo a qué se refieren los siguientes conceptos: método Ikigai, Efecto Shinkansen y Ganbarimasu.

Final del 2020, año complicado, diferente, que ha afectado a muchas empresas que han tenido que unir fuerzas y recursos para adaptarse a las circunstancias del COVID-19. Finaliza el año y siempre empezamos el nuevo con la ilusión de crear propósitos, proyectos innovadores para cambiar y hacer crecer nuestros negocios, en definitiva transformarnos.

¿Qué es el efecto Shinkansen y cómo afecta al mundo empresarial?

Con él se muestra que, si se pretende conseguir una transformación completa, no se pueden hacer solo pequeños retoques, sino que hace falta un cambio profundo.

El cóctel que forman el efecto Shinkansen e ikigai se resume en la expresión ganbarimasu. La palabra ganbarimasu está en el origen de la expresión ganbattekudasai, que significa “hazlo lo mejor posible”, pero cuya traducción más literal sería “sé cabezota y firme hasta conseguir lo que te propones” Es decir, para conseguir un objetivo hay que esforzarse al máximo.

¿Qué es el método ikigai?

Método Ikigai es un término japonés que se utiliza para identificar lo que motiva a empezar un día. Para los japoneses, este concepto es muy amplio y se aplica en su cultura desde hace muchos siglos. Se puede resumir como el propósito de esa energía que impulsa a que una persona se levente por la mañana.

No tiene una traducción precisa al español, pero su significado viene a decir algo así como aquello por lo que merece la pena vivir. Según los nipones, todas las personas albergan uno, o varios deseos y motivaciones profundas.

El origen de esta terminología está en una pequeña isla nipona, Okinawa, donde residen los habitantes más longevos del planeta. Su secreto es vivir con pasión e intensidad estableciendo firmes objetivos diarios. Siguen a rajatabla el dicho “si se desempeña una labor que realmente apasiona, no será trabajar, sino disfrutar.” – de Confucio.

Método Ikigai: clave para el desarrollo personal y el profesional

Esta es una fórmula perfecta para que se pueda desarrollar el talento. Solo si se tiene claro a dónde se quiere ir, se podrá escoger cómo utilizarlo y desarrollarlo.

Cualquier propósito que tenga una persona, tendrá un impacto directo en varios aspectos de su felicidad. En muchas ocasiones, la frustración tiene su origen en no actuar en base a una serie de principios y valores. Con el propósito, una persona puede enfocarse en lo que quiere hacer tanto en su vida profesional como en su vida personal.

Un estudio del Harvard Business Review consigue demostrar que cuando los trabajadores están conectados con su propósito y con el de la organización, su motivación aumenta de manera exponencial.

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¿Cuál es el coste de no hacerlo?

  • Se pueden desaprovechar los talentos. Si no se actúa en base a un propósito, no se utilizará de manera eficiente el talento.
  • Se trabajará de manera individual y no en equipo. Una organización que no tiene un objetivo visible y claro para los trabajadores hará que estos trabajen de manera egoísta y particular, porque no se reconocerán como parte de un todo más importante.
  • La desmotivación aumentará considerablemente. Si no se tiene un objetivo, las personas no reconocerán el impacto real de su trabajo y eso les desalentará. Cuando se trabaja sabiendo por qué se hace, mejora el compromiso para conseguir los objetivos de la empresa.

¿Cómo implementar una estrategia de gestión y desarrollo del talento?

  • Identificar las pasiones. Cuando una persona sabe lo que le gusta, puede reconocer su propósito. Con una meta clara es más fácil hacerlo de manera alineada con las pasiones.
  • Confirmar los valores. Los valores representan las raíces de una persona. Si esta los tiene presentes, le ayudarán a caminar hacia su propósito verdadero.
  • Los resultados imprimen satisfacción y facilitan que se tome el camino deseado en una carrera, planteando estrategias para alcanzarlo.
  • Aúna las metas individuales con las del equipo. Si las metas de todos están en armonía con la organización, el impacto personal es mayor. Redefine las metas particulares y su trascendencia para con el objetivo general.
  • Se recompensan los comportamientos en línea con la finalidad. Los indicadores clave de rendimiento no solo deben premiar los objetivos tácticos, sino que también han de prestar atención a los propósitos estratégicos que se resuelven a largo plazo.
  • Explicar el éxito en el seno de un equipo y redefinirse como tal con un objetivo común.

Diagrama de Venn

La representación tradicional del ikigai nipón es con un diagrama de Venn. Esta imagen se dibuja mediante un sistema de círculos que se cortan unos a otros y se describen los cuatro componentes básicos del ikigai.

1. Lo que gusta hacer: lo que amas

En el siglo XIX, el trabajo se entendía como una resignación y algo que había que hacer. No se entraba a cuestionar si la tarea gustaba o no. Pero a lo largo del siglo XX, esta orientación comenzó a cambiar y los estudiantes pudieron escoger, en base a sus gustos, diferentes carreras profesionales. En pleno siglo XXI, el mercado laboral se presenta como algo vocacional y se escoge en qué se quiere formar cada persona.

Al establecer los dos siguientes círculos secantes y que corten al primero, se colocan estos dos elementos:

2. Aquello en lo que se es bueno

Existen algunas actividades que a unas personas se les pueden dar bien de forma natural o porque tengan una gran experiencia. Unas personas tienen un talento innato para los negocios y otras han necesitado emprender en varias ocasiones para conseguir su objetivo. Al conjunto que se define entre el primer círculo y este, el ikigai lo denomina pasión.

3. Aquello por lo que una persona está dispuesta a pagar

Un círculo secante a los dos círculos anteriores englobará las aficiones de una persona. Por ejemplo, en este lugar podrá aparecer la redacción de sinopsis, pues la lectura es un hobby de muchas personas y por lo que pagan. Por tanto, en el espacio en el que se cruzan los círculos dos y tres, aparecerán las posibles profesiones.

Los tres conceptos descritos hasta ahora, a pesar de que están relacionados, no tienen por qué coincidir. Es decir, es posible ser perspicaz en el trabajo con una base de datos, pero que esto aburra enormemente a un profesional. Por eso, una vez que aparecen estos tres elementos, aún se puede añadir un cuarto pilar:

4. Lo que el mundo necesita

La actividad que una persona escoja debe tener cierta demanda. En caso contrario, aunque se tenga una capacidad extraordinaria, eso no aportará valor. El ikigai cierra los círculos con la misión personal y la vocación.

¿Es posible encontrar el ikigai?

La realidad es que sí es posible, pero la complejidad para encontrarlo reside en que es necesario alcanzar un equilibrio entre los cuatro pilares mencionados anteriormente, sin olvidar que cada uno de ellos también tiene su propia complejidad. Una vez que se ha presentado este argumentario, un profesional tiene diferentes oportunidades con las que desarrollarse personal y profesionalmente. De esto es de lo que trata el concepto nipón: que las personas sean felices y tengan un propósito de vida personal y profesional.

La gran mayoría de las personas se encuentran en uno o dos de los puntos clave descritos para el diagrama anterior. Cuando una persona tiene trabajo, se encuentra en lo que el mundo necesita. Además, es probable que sea bueno en ello. Pero que le guste y que disfrute con ello es algo más complejo de conseguir, aunque puede conseguirse.

Las actuales técnicas de gamificación amplían conceptualmente lo que es divertido a ámbitos que anteriormente no lo eran. Esto añade un nuevo apartado en el método ikigai. Otra de las alternativas es trabajar de algo que gusta y motiva en una profesión remunerada.

Por otro lado, se puede ampliar el ámbito en el que una persona es competente gracias a la formaciónen aquello en lo que no tenga demasiada habilidad. Lo que es más complejo es que el trabajo de una persona se convierta en un hobby por el que pagaría, aunque tampoco resulta algo imposible.

Conclusiones método IKIGAI

En definitiva, el ikigai o el hecho de tener un propósito en la vida junto con buenas conexiones sociales, es la clave para tener una vida sana y feliz con éxito profesional.

Conclusión: reconstruirnos – Efecto Shinkansen, esforzarnos al máximo – Ganbarimasuy encontrar nuestro propósito de vida – Ikigai.

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La formación se realizará in-company o en modalidad elearning empleando dinámicas prácticas y buscando la participación de todos los asistentes. La dinámica formativa parte de un estudio previo en el cual se analizan aquellas áreas que requieren un mayor refuerzo. El análisis previo nos permite emplear en la acción formativa casuísticas reales de la empresa cliente.

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Objetivos del curso

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«También solemos darle demasiada importancia al cierre. Es normal. Nos encontramos en la frontera del abismo, donde parece que todo se reduce a un SÍ o un NO, y donde un mal paso nos puede arruinar un trabajo duro e impecable, arrastrando con él nuestra autoconfianza y nuestra autoestima

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Inteligencia Emocional: Cuando mandamos con el corazón

que es la inteligencia emocional

Cada vez, las personas de manera individual, así como las empresas como ente colectivo, son más y más conscientes de la importancia de la inteligencia emocional.

Poco a poco, el discurso de lo emocional ha calado en la sociedad, despertando mentes curiosas y ganando adeptos. Las empresas han empezado a reorganizarse en torno a la importancia de tratar las emociones para conseguir mayores beneficios.

En Consulting C3 disponemos de un curso en Liderazgo Inteligencia Emocional, te invito a que lo conozcas o que veas los beneficios que te puede suponer este curso.

Lo que hace tan sólo 5 años sonaba casi a guasa entre los directivos, hoy está empezando a ser tenido en cuenta y a implementarse de manera gradual en las organizaciones. Han aparecido los llamados Departamentos de Felicidad, con sus Happiness Manager a la cabeza ocupados y preocupados por proveer de las mejores condiciones emocionales a los trabajadores con el fin de que su bienestar personal y laboral se traduzca en productividad.

Ya nadie discute que ser emocionalmente inteligentes nos proporciona beneficios en todas las áreas de nuestra vida. Y, que potencia nuestra capacidad cognitiva, aumentando nuestro aprendizaje y memoria.

La ecuación es transparente: si la Inteligencia Emocional se ocupa de las relaciones humanas, es evidente que influirá en cualquier aspecto de la empresa. Cada decisión, plan, producto, servicio, equipo o cliente se verá afectado por la (IE) o por la falta de ella.

El impacto

Para tangibilizar este impacto, tomaremos como referencia a Travis Bradberry y Jean Graves, cofundadores de TalentSmart, quienes afirman que “la mejora en un 1% en el clima laboral de un servicio equivale a un crecimiento de los ingresos de ese servicio en un 2%”. Hagan números.

Por el contrario, un estado de ánimo decaído, unos trabajadores amedrentados o unos jefes arrogantes son la causa de unos efectos devastadores que suelen ser casi invisibles a los ojos de quienes no están directamente implicados. Estos efectos hacen mella en la empresa a través del descenso de la productividad, la mala comunicación, el incremento de los retrasos en las entregas, el aumento de los errores, y acaba con la fuga de talento a ambientes laborales más agradables.

Para asentar mejor las bases, podemos decir que dominar las competencias emocionales básicas nos ayuda a estar en buena sintonía con las emociones de nuestros compañeros, clientes y proveedores. A ser capaces de manejar las diferencias de opinión evitando conflictos, y a tener la capacidad de entrar en estados de flujo en nuestra actividad laboral. Tres claras ventajas que proporcionan beneficios en el bienestar personal y en el laboral.

Mandar con el corazón

Qué duda cabe que buena parte del trabajo de mantener y aumentar ese estado emocional positivo en las organizaciones forma parte de las responsabilidades del líder. El liderazgo no es sinónimo de dominación, poder o mandato, sino de la capacidad de influir en alguien para que colabore en el logro de metas comunes.

La capacidad de liderazgo no está ligada con la capacidad intelectual o la preparación académica y/o técnica. Ni siquiera con la experiencia.

Un estudio realizado por Daniel Goleman analizó los modelos de competencias de 188 empresas, la mayoría multinacionales y organismos públicos. El estudio tenía por objeto determinar qué capacidades personales impulsaban un rendimiento excepcional en esas organizaciones y en qué grado. Las conclusiones de dicho estudio obtuvieron los siguientes resultados:

  • El intelecto, sin duda, era uno de los impulsores del rendimiento excepcional.
  • Las capacidades cognitivas eran especialmente importantes
  • La proporción de competencias emocionales relacionadas doblaban a las intelectuales y cognitivas juntas
  • Cuanto mayor era la categoría laboral (donde la preparación y las capacidades intelectuales tienden a equipararse), mayor relevancia para el éxito tomaban las competencias emocionales.
  • El 90% de las competencias que distinguían a los trabajadores “estrella” estaban relacionadas con competencias de la IE.

Por otro lado, David McClelland, psicólogo estadounidense centrado en el estudio de la motivación y profesor del propio Daniel Goleman, demostró con un estudio realizado en 1996 en una multinacional de alimentación y bebidas, que cuando sus altos directivos tenían excelentes competencias en IE sus divisiones superaban los objetivos de rendimiento anuales en torno a un 20%.

La inteligencia emocional

De los estudios de McClelland se puede determinar que existen 6 principales factores que ejercen influencia sobre el clima laboral:

  • Flexibilidad, entendida como la libertad que sienten los trabajadores para innovar sin que se les imponga trámites burocráticos.
  • Sentido de la responsabilidad con la empresa¸ renombrado como engagement
  • Nivel de calidad marcado por los individuos
  • Feedback: precisión de los comentarios sobre el rendimiento y la idoneidad para recibir recompensas.
  • Cultura empresarial: la claridad con que ven los individuos la Misión y Valores de la empresa.
  • Compromiso: nivel de compromiso con el objetivo común.

Así, la falta de flexibilidad desincentiva la motivación de los empleados al privarlos de espacio mental creativo, impidiendo su expansión. Cuando un trabajador no se siente partícipe de los resultados de la empresa, su rendimiento tiende a ser el mínimo necesario para cumplir y se mantiene alejado de su óptimo rendimiento. Como resultado, el nivel de calidad de las tareas no permite a la empresa garantizar su competitividad y el líder, abrumado por la falta de resultados, tiende a transformar su feedback en crítica, sin que nada genere el compromiso de los empleados, ni con la empresa ni con los objetivos.

Sea cual sea el estilo de liderazgo que ejerzamos como líderes, mandar con el corazón deberá ser nuestro primer compromiso con nosotros mismos.

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¿Cómo convencer al momento?

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Objetivos del curso

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  • Concebir contenidos de forma estratégica y priorizar.
  • Construir el flujo y el ritmo idóneo de la presentación
  • Reforzar los puntos fuertes y minimizar los puntos débiles.
  • Adaptar el discurso.
  • Distinguir la prioridad del interlocutor.
  • Visionar los procesos de forma previa.
  • Hacer las preguntas adecuadas y prever las situaciones.
  • Eliminar el pánico escénico.
  • Gestionar adecuadamente la voz, el cuerpo y las emociones
  • Conseguir adaptarse al espacio y a los imprevistos.

Además, la formación puede ayudar a tu empresa a conseguir más ventas. Además de que tus empleados estarán más cualificados para conseguir grandes cierres.

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Diferencias entre multicanal y omnicanal

¿Sabes realmente las diferencias entre multicanal y omnicanal? ¿Qué estrategia de comunicación con el cliente sería la más conveniente?

Rosa Cabanillas, Senior Consultant de C3, tratará en el siguiente artículo un tema aclaratorio sobre dos términos que escuchamos con frecuencia últimamente: multicanal y omnicanal.

Desde nuestra formación, esperamos poner algo de luz para establecer claramente sus diferencias. También te puede resultar interesante otro artículo sobre formación: ¿Ha llegado el fin de la Formación presencial?

Por un lado, ambos vocablos parten de conceptos similares. Mientras que en una traducción literal multicanal sería, “Multi” proviene del latín multus (mucho, abundante); “omni”, de omnis (todo, todos, toda clase de). “Omnicanal” hace referencia, por lo tanto, al uso integral e interconectado de todos los canales. Por otro lado, la verdadera diferencia entre ambos conceptos no radica en la cantidad de canales, si no en la estrategia de gestión que se emplea para utilizar los canales en las relaciones entre clientes y empresas. Y, por ello, las palabras elegidas dan pie a meras diferenciaciones en matices.

Diferencias entre multicanal y omnicanal

Si lo quisiéramos resumir rápidamente, podríamos decir que la omnicanalidad es una estrategia de gestión en la que todos los canales entre los que interactúa la empresa y su cliente (posible o actual) son presentados ante el cliente de una manera homogénea y sin fisuras. Es decir, sin diferencias de trato o resultado entre unos u otros, y son gestionados de manera global y unificada, con una visión alejada del tratamiento clásico de canales como silos independientes.

Mientras, la multicanalidad se queda más en un plano, llamémoslo, tecnológico: la capacidad de incluir varios canales (no importa el número, pueden ser dos, tres, o pueden ser todos los existentes) en la interacción y la relación con el cliente. En este caso, hablamos de la capacitación y la habilitación de esos canales, pero no hablamos de ningún tipo de estrategia relacionada a los mismos.

Podemos también atender a las definiciones por separado de ambos términos.

Multicanal

Trata de todas las herramientas de gestión y relación con clientes que permite interactuar con los clientes mediante contactos entrantes o salientes por alguno de los canales de comunicación que establece la empresa con los clientes. Ofrece una variedad de canales y pueden utilizar un canal en una sola interacción. Si cambian de canal, el contexto y la historia se pierden.

Estas herramientas comenzaron a coger fuerza a principios del año 2.000 para integrar las gestiones de voz y las gestiones de email, fax y SMS. Con el paso de los años, se han incorporado todos aquellos canales de comunicación que los clientes utilizan en sus comunicaciones cotidianas entre amigos y familiares. El objetivo es ser más cercanos y empatizar mejor. Hoy en día podemos establecer comunicaciones multicanal con voz, email, fax, sms, chat, web, apps móviles, videollamadas, navegaciones compartidas, redes sociales, whatsapp… Además, se irán incorporando más canales con el paso del tiempo.

Omnicanal

Es un término empleado para hacer referencia a una estrategia de gestión del cliente. Ofrece una selección de canales, y los clientes pueden utilizar más de uno en múltiples interacciones, conservando al mismo tiempo la historia y el contexto de la consulta original. La información relevante sigue al cliente a través de canales e interacciones.

Esta estrategia aborda todo el ciclo de vida de la relación del cliente con la empresa proveedora. Se establece una comunicación e interacción coherente, consistente y sin fisuras por los distintos canales que el cliente quiera usar para interactuar con la empresa. Fundamentalmente en tiendas físicas (Retail), Internet, Mobile o el Contact Center. Para poder alcanzar esta gestión de cliente omnicanal es necesario la coordinación de todas las áreas que interactúen, directa o indirectamente con el cliente.  

Entre los ejemplos más utilizados para ilustrar el concepto de omnicanalidad suelen estar las innovaciones en el ámbito del retail, donde un cliente, indistintamente del canal utilizado, recibe un trato unificado. Ese cliente que compra online un producto, lo recoge en una tienda física, pero luego descubre que necesita otra talla diferente. Gracias a su aplicación móvil, puede determinar en qué tienda cercana poseen esa talla, acudir a dicha tienda y hacer el cambio. Durante todo el proceso no ha habido trabas ni informaciones distintas.

Añadimos el término Multimodal

Ofrece una variedad de canales. Los clientes pueden utilizar más de uno en la misma interacción. Por ejemplo: un agente puede enviar un correo electrónico o SMS a un cliente mientras habla por teléfono.

En definitiva, la gran diferencia entre multicanalidad y omnicanalidad radica en que mientras que la primera rara vez nos permite saltar entre canales, en la omnicanalidad el canal es transparente.

A nivel de negocio, una atención de omnicanalidad es aquella que permite usar distintos canales, bien de forma secuencial o simultánea. Además, están totalmente integrados con el proceso de atención y está dirigido a asegurar una experiencia satisfactoria del cliente.

Resulta casi obvio que para conseguir lo segundo, ofrecer una atención omnicanal al cliente, hay que pasar por lo primero, y sin embargo los problemas surgen cuando tras la adquisición de la tecnología no se implementa una estrategia adecuada.

Los partners tecnológicos poseen estupendos productos que integran gran cantidad de canales de comunicación, permitiendo aunar la información de todos ellos de una manera adecuada, Aún existen un gran número de empresas que no aprovechan dichas capacidades una vez adquiridas. Hasta que el departamento de Negocio no incluya dentro de su estrategia el seguimiento y mejora de la experiencia del cliente en los procesos de atención, no se empezará a sacar partido a la tecnología omnicanal.

Uno de los errores más habituales a la hora de implementar una estrategia de omnicanalidad es confundir la necesidad de atacar todos los procesos de atención desde todos los canales disponibles.

Experiencia omnicanal exitosa

Para terminar, y volviendo a los procesos de atención en general, es importante definir los factores que definen una estrategia omnicanal exitosa:

  1. Los clientes han usado los distintos canales de modo acorde al grado de penetración del uso.
  2.  Los clientes han podido poner en espera un proceso en un canal y continuarlo sin repetición de la historia previa desde otro canal.
  3. Los niveles de satisfacción del cliente en cuanto al servicio recibido son claramente positivos..

Conclusiones de Multicanal y Omnicanal

Al final, es interesante ver cómo aquellas empresas que han puesto el foco en los procesos omnicanales de atención, también lo tienen puesto de forma simultánea en la gestión del conocimiento del cliente y su experiencia con la compañía. En definitiva, todo es parte del mismo recorrido, que no es otro que el de incorporar la gestión y el conocimiento del cliente como parte del core de la compañía.

Sobre todo, esperamos haber aclarado la diferencia entre los términos referidos multicanal y omnicanal.

Rosa Cabanillas, Senior Consultant C3

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